[Texto extraido de la Revista Bitartean Elkarrekin que edita el Centro Gerontológico Julian Rezola de Donostia. La revista se realiza en una colaboración entre residentes del Centro y jóvenes del Instituto Axular Lizeoa)

Era un niño cuando, por primera vez, oía de boca de un anciano esta frase. Yo no entendía su sentido, ni él tampoco. Estaba convencido de que la frase tenía mucho contenido y que la exclusiva la tenía él, que casi podría decirse que era una obsesión.
Era un anciano que vivía en una residencia. Yo le miraba con simpatía, pero a la vez despertó en mí la curiosidad del por qué, aún desconociendo el significado de la frase, marcaba su vida.
Hubo un tiempo en que mis circunstancias y las del anciano nos obligaron a separarnos. Cuando de nuevo nos encontramos, yo ya era un joven que llegó a la comprensión de esta frase de Cicerón en su obra “De Senectute”. Por tanto, estaba capacitado para traducirle y poder tranquilizarle, haciéndole ver el significado real de la frase “MALORUM CAUSA”.Han transcurrido varios años y ahora soy yo el que está en las mismas circunstancias que el anciano aquel.
Yo resido en un Centro Gerontológico, concretamente en el Julián Rezola, y a diferencia de Patxi (que así se llamaba el anciano) mi futuro lo veo con más optimismo, por tanto nunca me atrevería a pronunciar la frase que encabeza mi artículo. Al comienzo de mi nueva realidad me sentía muy inseguro y lleno de miedos, dado que el cambio que se produjo en mi vida fue radical, por tanto me costaba adaptarme a la vida de un centro.
“Que verdad es que hasta que no te toca a ti, no sabes lo que es”. Poco a poco con el paso de los días, me di cuenta de que algo estaba cambiando, yo ya me estaba integrando al ritmo de los demás residentes. Mi renovado interés por todo lo que me rodea está ayudando a esta adaptación. La inestimable acogida y trato, tanto del personal sanitario como humano de todo el equipo, no cabe duda de que está resultando fundamental.
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La coordinadora de la revista escribe en la presentación de la misma las siguientes palabras:
"La idea de crear esta revista surgió por primera vez el año pasado, cuando Idoia Larrumbide, auxiliar y monitora, junto con la trabajadora social del centro, Lierni Santamaría, decidieron poner en marcha este
proyecto, de manera que fuese una actividad en la que pudiesen colaborar y compartir experiencias tanto jóvenes como mayores.
Este año y como parte del proyecto que estoy realizando para el curso de Intervención Psicosocial en Geriatría y Gerontología, he sido yo la que ha tomado el testigo de realizaresta segunda edición, en la que todos hemos puesto tanta ilusión como en la primera. Personalmente, si dijese que formar parte en la realización de un proyecto intergeneracional como este, es una experiencia enriquecedora, no llegaría a describir lo que supone en realidad. Los que tenemos la suerte de trabajar con personas mayores observamos su ilusión cada vez que hay una salida o una actividad que implica la colaboración de niños o adolescentes. Se observa verdaderamente una afinidad entre estas dos generaciones tan opuestas: curiosidad e interés por parte de los más jóvenes, y sabiduría, experiencia y capacidad de transmisión de valores por parte de nuestros mayores. Por ello, uno de nuestros objetivos en esta edición ha sido la de plasmar ese intercambio, que ha sido posible, en cierta manera, gracias al contacto continuo que nuestros residentes han mantenido con estos jóvenes durante meses y el de enseñar la transmisión de conocimientos e historias que han surgido en este recorrido, tan enriquecedoras para ambas generaciones”.